sábado, 14 de febrero de 2015

MOTOR (MONTAJE)



De vuelta a nuestro “Maranello” particular, hay que ponerse manos a la obra.

Después del despiece completo del motor, toca ensamblarlo de nuevo tras comprobar el estado de cada una de las partes del mismo. No sin antes haber hecho alguna mejora. 

Se comprueba y se planifica la culata; se sustituyen las válvulas, se hacen los asientos de estas y su reglaje; comprobamos el desgaste de los cilindros; estado de pistones y bielas, así como del cigüeñal y los casquillos de biela; chequeo de la bomba de aceite; ponemos un nuevo kit de embrague; sustituimos todas las juntas y retenes del motor; nuevos tapones de bloque; y cambiamos los manguitos…


Cogiendo forma.


Y con todo listo a acoplar todos y cada uno de ellos en su sitio. Dinamométrica en mano y manual del Marbella, vamos dando el par de apriete necesario a cada tornillo y tuerca. Ante todo profesionalidad.

Antes de que coja mucho peso el bloque, “p´adentro”, que aquí no hay puentes grúa que faciliten la labor. Así que el coche bien levantado y con cuidado deslizamos el motor. Poco a poco y con pericia vamos llevándolo a su sitio, hasta tenerlo de nuevo anclado al chasis. Así vamos acoplando el resto de piezas hasta completar el puzzle ¡y no sobró ni una arandela!

 
A punto de volver a su sitio.


Detalle del ventilador.

 Puesta a punto y ¡a ver si arranca!

Tiramos de aire, giramos la llave y… ¡a la primera! ¡cómo suena! Con el escape libre ¡mete miedo!

Salió todo perfecto. Ahora, con todo lo hecho en el motor, la fiabilidad mecánica está prácticamente asegurada, o, al menos es lo que esperamos. ¡Qué nos dure durante todo el Raid!

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